Por Carlos Martínez Muñoz. Profesor de Historia, Geografía y Ciencias Sociales

La FECH de los '30 y el Grupo Avance

La Universidad de Chile

EL GRUPO AVANCE

En agosto de 1930, los estudiantes universitarios lograron darle forma a un antiguo anhelo, refundar la FECH (Federación de Estudiantes de Chile), que había sido suprimida por el régimen de Carlos Ibáñez del Campo. Para esto se reunieron en el Aula Magna de la Universidad de Chile y, constituidos en asamblea, eligieron la directiva y redactaron el acta refundacional.

En la ocasión fue elegido como Presidente, el joven Julio Barrenechea, quien se vio obligado a esconderse de la represión policial. Muchos de los estudiantes que participaron en la ocasión fueron expulsados, sin embargo, al interior de la Universidad la agitación se mantuvo.

La crisis económica, repercutió en Chile en 1931, miles de obreros llegaron a Santiago, huyendo de la cesantía provocado por el cierre de las oficinas salitreras. La solidaridad estudiantil ya había estado presente en el origen de la fundación de la Federación, en 1907, y se había ido incrementando con el tiempo, siendo su período de mayor auge cuando fue elegido presidente de la Federación Santiago Labarca, entre 1918 y 1920. Ese año, se efectuó en Santiago, la Asamblea Obrera de Alimentación Nacional. En ella la FECH tuvo un principal papel.

Este período de fortalecimiento fue fuertemente reprimido. El gobierno de Sanfuentes, enfrentado a las elecciones de 1920, inventó lo que se ha conocido como "La Guerra de Don Ladislao" (en honor al Ministro Ladislao Errázuriz, instigador de la farsa), contra Perú. Para esto movilizó a miles de soldados al norte del país y llamó al pueblo a enlistarse para "defender la patria". Los estudiantes se dieron cuenta inmediata de que la movilización era una artimaña para evitar el triunfo del candidato aliancista Arturo Alessandri Palma, por lo que denunciaron públicamente al gobierno. La respuesta no se hizo esperar y desde el Congreso Nacional, los parlamentarios unionistas acusaron a la Federación, de "vendidos al oro peruano" y de traidores a la patria. La juventud conservadora march enfurecida contra la sede de la Federación, destruyendo totalmente el local y golpeando a sus pocos ocupantes, los que a la llegada de la policía fueron detenidos y procesados, por sus actividades "subversivas". Días después del ataque, el joven poeta y estudiante José Domingo Gómez Rojas fue detenido en la cárcel publica y sometido a torturas por el juez Astorquiza. La tortura lo enloqueció y se ordenó su traslado a la Casa de Orates, donde murió en septiembre, producto de la meningitis.

La muerte de Gómez Rojas se transformó en un símbolo de la lucha estudiantil de las décadas posteriores. Sin embargo, los sucesos políticos y las disputas al interior del movimiento (entre radicales y anarquistas), debilitaron la Federación, lo que permitió que la reacción fundará una federación paralela.

Hacia 1930, sin embargo, la situación económica nacional era extremadamente grave. El gobierno de Ibáñez, que en un momento logró conciliar el concurso de los partidos políticos tradicionales fue perdiendo este apoyo, lo que sumado al descontento social, permitió que las organizaciones sociales retomaran su fuerza y pudiesen ser capaces de oponerse al gobierno. Así sucedió con los estudiantes, que en Agosto de 1930, lograron vencer el temor a la represión y refundar la Federación.

A pesar de que fueron perseguidos por el gobierno, los estudiantes pudieron mantener la unidad de la organización y en julio de 1931 se tomaron la Casa Central de la Universidad de Chile, mientras que los estudiantes de la Universidad Católica, hacían lo mismo encabezados por Bernardo Leighton, Eduardo Frei y Radomiro Tomic.

La Toma de la Casa Central y los enfrentamientos armados con la policía se fueron intensificando con el correr de los días. En un confuso incidente, fue herido de muerte el estudiante de medicina Jaime Pinto Riesco. En esos momentos, el Colegio Médico se encontraba reunido debatiendo la posición que tomarían frente a los hechos que ocurrían en las calles de Santiago, al llegar la noticia del crimen del estudiante Pinto, el Colegio Médico acordó la huelga y se sumó a la oposición.

Al día siguiente, mientras se llevaba a cabo el funeral del estudiante fue asesinado el profesor del liceo de Aplicación, Alberto Zañartú, lo que sum el concurso de los profesores. Frente a estos hechos, Ibáñez no tuvo otra salida que renunciar.

Los estudiantes se habían agrupado, algunos meses antes, en el Grupo Avance, en esta organización confluían anarquistas, comunistas y socialistas dispersos, entre los cuales se encontraba Salvador Allende.

El Grupo Avance recogía las inquietudes de los estudiantes de aquellos años, principalmente inspirados en la primera FECH y en los principios enarbolados por el Movimiento Reformista de Córdova (Argentina):

- Autonomía Universitaria.
- Cátedra libre.
- Compromiso social de la Universidad.
- Libertad de credo.

Pero además estaban las reivindicaciones políticas, como la libertad de los presos políticos, el cambio de régimen, disolución del Congreso Termal, termino de la Cosach, justicia social.

La caída de Ibáñez, no provocó cambios significativos en las políticas educacionales. Por lo que, los estudiantes, héroes de la jornada de julio, se sintieron traicionados por los políticos tradicionales, que con la excusa de levantar una candidatura civilista apoyaron a Juan Esteban Montero en las elecciones presidenciales. Por otro lado, Alessandri con el apoyo de la Federación de Izquierdas (alianza amorfa en donde concurrían liberales, radicales y demócratas), levantaba también su candidatura. Los grupos de izquierda, no tenían fuerza y salvo el Partido Comunista, pudo levantar la candidatura de Elías Lafferte.

Sin embargo, el Partido Comunista se encontraba sumido en purgas internas entre stalinistas (dirigidos por Lafferte) y trotskistas (encabezados por Manuel Hidalgo). Además su política de Frente Único, lo impedía de buscar alianzas con otros sectores. Estas disputas también se manifestaron al interior del Grupo Avance.

Mientras tanto, los socialistas se encontraban atomizados en pequeños partidos que aparecían y desaparecían ocasionalmente. Uno de los principales grupos socialistas era la NAP (Nueva Acción Pública), encabezados por Eugenio Matte y Carlos Alberto Martínez, entre los otros grupos se pueden mencionar la ARS (Acción Revolucionaria Socialista), el Partido Socialista Chileno, la Unión Socialista. Ideológicamente estos grupos estaban integrados por anarquistas, demócratas y disidentes del Partido Comunista.

En el movimiento estudiantil, las disputas pudieron mantenerse al margen sólo durante la lucha contra Ibáñez, pero derrocado éste, los conflictos brotaron nuevamente. Mientras que Julio Barrenechea y René Fuentes, representaban a los socialistas, Roberto Alvarado y René Frías dirigían a los comunistas.

Topaze Nº 15, pág. 15. 18 de noviembre de 1931

Los sucesos en la Universidad de Chile, durante el gobierno "Civilista" de Montero, tuvieron hitos dignos de destacar, como la manifestación en el Aula Magna de la Universidad, con ocasión del discurso del General Indalicio Téllez, quién intentó dar cátedra de Historia a una juventud que podía reconocer inmediatamente el lenguaje militarista y patriotero del conferencista. A esto se suma, además el apoyo decisivo que dieron a los marineros sublevados en septiembre del año 31, la denuncia de la brutal represión a los comunistas en los sucesos de la Pascua Trágica, su participación en la huelga general contra la carestía, su repudio a la misión Kemmerer y la denuncia a los políticos comprometidos con el gobierno de Ibáñez, que aún se mantenían en el Congreso.

En la elección de directiva de la Fech, por primera vez, el Grupo Avance alcanzó la presidencia en la persona de Roberto Alvarado.

El 4 de junio de 1932, una Junta tomó el poder y decretó la fundación de la República Socialista de Chile. El nuevo gobierno, se apresuró a aprobar la "Ley de Autonomía Universitaria", sin embargo, los estudiantes estuvieron divididos en esta ocasión, mientras los socialistas, como Fuentes y Allende, apoyaron con entusiasmo al nuevo gobierno (agrupados en el GUS, Grupo Universitario Socialista), los comunistas se tomaron la Universidad de Chile y crearon un soviet de obreros, soldados, campesinos y estudiantes, cuestionando el carácter pequeño-burgués de la Junta. La ilusión de un Gobierno socialista sólo duró hasta el día 16 de junio, ya que una Nueva Junta, encabezada por el ibañista Carlos Dávila, puso fin al gobierno socialista, aunque mantuvo el nombre, por motivos populistas.

Dávila relegó y detuvo a los dirigentes socialistas. Nuevamente la Universidad se vio intervenida, y la Federación de Estudiantes declarada ilegal.

El Grupo Avance, ya sin los socialistas, mantuvo la lucha contra la intervención, sus dirigentes fueron expulsados de la Universidad, pero, el gobierno no reparó en la Ley de Autonomía Universitaria, la que se mantuvo vigente hasta septiembre de 1973.

A la caída de Dávila, la Internacional Socialista había ordenado la expulsión de todos aquellos militantes comunistas con ideas trotskistas, por lo que éstos se agruparon en la Izquierda Comunista, que al año siguiente participó en la fundación del Partido Socialista de Chile.

Esta situación fue la lápida del Grupo Avance, que desapareció hacia fines de 1932.

Pero las luchas universitarias no se detuvieron ahí, y en los años siguientes, los comunistas (bajo la premisa de conformar Frentes Populares, como en Francia y España), se aliaron con los socialistas y radicales para detener el avance del fascismo en Chile.