No sólo de pan
Nos comeremos los libros
en esta casa,
cuando se haya terminado
el pan.
Transformaremos las palabras
en alimento:
sacaremos trigo o cebada
de las páginas más antiguas,
arroz o maíz
de la mejor poesía terrestre,
cocinaremos bellas letras,
haremos un guiso de frases
y una ensalada de vocales;
de postre vendrían bien
unos versos livianos
o ciertos cuentos
de dulzor erótico...
Pero lo más probable
es que ellos nos devoren,
desde el llamado lúbrico
de sus lomos opulentos:
es posible que se abran
como pozo de recuerdos
y nos haga caer
en sus fauces luminosas
con la palabra pan
en el borde de los labios.
(De "Más allá del pan", 1981)
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